La utilización de niños y niñas como soldados es una
“practica dañina y despreciable” en palabras del actual Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan. Cinco Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU lo han denunciado igualmente.
Casi la mitad de los países del mundo se han comprometido a detener el reclutamiento de menores de 18 años o a tomar medidas para hacerlo en el futuro. Muchos de los más conocidos grupos armados no estatales, bajo
una creciente presión internacional, han asumido el compromiso de detener la utilización de niños y niñas como soldados, aunque a menudo este compromiso se rompa.
Y sin embargo, a pesar de esta pronta condena universal, cientos de miles de niños y niñas han peleado y muerto en la mayoría de los conflictos en todo el mundo.
En los últimos años, niños y niñas menores de 18 años se han visto envueltos en conflictos armados en Afganistán, Angola, Burundi, Colombia, República Democrática del Congo, Costa de Marfil, Guinea, India, Irak, Israel y Territorios Ocupados, Indonesia, Liberia, Myanmar, Nepal, Filipinas, Rusia, Ruanda, Sri Lanka, Somalia, Sudan y Uganda.