Raro es el día que no aparece alguna noticia relativa a algún accidente en el que el causante había bebido más de la cuenta. A veces, la insensatez del sujeto ha tenido consecuencias fatales para él mismo o para otras personas. Llevan años de campañas de publicidad de la Dirección General de Tráfico desde aquella de "si bebes, no conduzcas", pero algunos todavía no se han enterado y siguen arriesgando su vida y la de los demás. Con datos fiables podemos afirmar que el nivel de concienciación de la mayoría de la población ha aumentado y que se ha producido un cierto cambio de actitud en su relación con el alcohol, pero no es menos cierto que queda mucho camino por recorrer. Lo preocupante es este rasgo cultural que implica que para divertirse o para celebrar cualquier fecha o acontecimiento, no basta con un consumo moderado y razonable, sino que hay pasar la raya roja que marca el sentido común, la autoestima, la buena educación y la mínima preocupación por la propia salud y por la de los demás. Parece que para divertirse hace falta beber y en multitud de ocasiones las personas relacionan la diversión con el alcohol fallo que produce muchas muertes. Por eso debemos conscienciarnos de que en Navidad hay muchas maneras de divertirnos.
El alcohol en las navidades
Raro es el día que no aparece alguna noticia relativa a algún accidente en el que el causante había bebido más de la cuenta. A veces, la insensatez del sujeto ha tenido consecuencias fatales para él mismo o para otras personas. Llevan años de campañas de publicidad de la Dirección General de Tráfico desde aquella de "si bebes, no conduzcas", pero algunos todavía no se han enterado y siguen arriesgando su vida y la de los demás. Con datos fiables podemos afirmar que el nivel de concienciación de la mayoría de la población ha aumentado y que se ha producido un cierto cambio de actitud en su relación con el alcohol, pero no es menos cierto que queda mucho camino por recorrer. Lo preocupante es este rasgo cultural que implica que para divertirse o para celebrar cualquier fecha o acontecimiento, no basta con un consumo moderado y razonable, sino que hay pasar la raya roja que marca el sentido común, la autoestima, la buena educación y la mínima preocupación por la propia salud y por la de los demás. Parece que para divertirse hace falta beber y en multitud de ocasiones las personas relacionan la diversión con el alcohol fallo que produce muchas muertes. Por eso debemos conscienciarnos de que en Navidad hay muchas maneras de divertirnos.
Publicado por
JJ Perez Ortiz
en
3:48
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